En el corazón del barrio de Malasaña se encuentra esta cafetería o "ceramicafé", donde se puede pintar una pieza de cerámica mientras se toma un café o un té. Se trata de uno de uno de los primeros locales de este tipo abiertos en Madrid, que goza de gran éxito, por lo que es casi imprescindible reservar antes de ir.
El local, de estilo vintage, permite elegir entre los más de 100 modelos de piezas que tienen, entre tazas, platos, huchas, ensaladeras, jarrones, figuras, etc... Después, se escogen los colores, pinceles, plantillas. Al terminar, la pieza se queda en el local, donde lo hornean y en un plazo de 5 o 6 días, se puede ir a recoger. El precio varía según la pieza de cerámica que se elija pintar y en ese precio está todo incluido: los colores, las herramientas, la cocción posterior en el horno cerámico y el café o té.
Aunque es una actividad para todas las edades, las normas del local imponen que sean mayores de 8 años.