Cabaret Satán

De la mano de los dueños de La Santoria y Fun Fun Madrid, esta mítica coctelería, abierta inicialmente en la década de 1930 en el centro de Madrid por el pintor vanguardista Mario Carreño, reabre sus puertas ahora en el barrio de Malasaña, preparada para ofrecer al público cócteles que cambian a lo largo de la noche y un picoteo informal, en un ambiente donde la luz roja y el terciopelo mandan.

El local de Cabaret Satán es una gruta a la que se accede a través de una escalera, tal y como lo fue el original. El espacio está dividido en tres zonas: una barra, un gran salón con mesas y sofás y un saloncito íntimo cubierto de  terciopelo rojo. De sus techos cuelgan lámparas extravagantes y las luces rojas iluminan todo el local.

La carta (que reproduce también la tipografía de primer Cabaret Satán) se transforma a lo largo de la noche, con lo que los cócteles van cambiando a medida que pasan las horas. Confeccionada por el mismo bartender que el de La Santoría, sus combinados parten de la coctelería clásica, con múltiples referencias madrileñas a través de olores, sabores, colores y productos concretos. Como novedad con respecto al local original, se incorpora una carta de comida para acompañar a los cócteles.